lunes, 21 de octubre de 2013

CIENCIA-AFECCIÓN

(Diciembre 2006)


Soy un chico frío,
y el día que lo acepté empezó mi derrota perpetua.
Didáctico adicto con ojos de esclavo,
"hasta mañana" me suena a "adiós",
y nunca suena en el momento adecuado.
Me abrigo entre mantas que rugen deseos,
el vino recuerda sus días de ansiedad,
no había dirección al no haber horizonte,
todo podía ocurrir en otra realidad.
Degollaron a mi familia, no pagué rescate por su secuestro,
por mis dedos arrasa el alud de lo que no demuestro,
ésta no es época para ir descalzo,
y el tiempo solo repetirá su vieja oración,
tengo un tumor descartado como enfermedad,
estar enamorado de ti, y saber que no funcionará.

No me hundas, Tom Waits, con la lluvia en ti,
conozco barcas rotas por salvajes precipitaciones,
y, en tierra, sueñan con navegar.
Cría de serpiente, como gusano plateado,
avanza con esfuerzo al verme agachar,
sisea ruegos y advertencias antes de atacar,
yo también la admiro y temo por igual,
quizá haya cosas parejas a su piel,
de la que, cuando pese en exceso, se despojará.
Efímero altruismo de mi raciocinio sentimental,
rechazo y amor se dan la mano con agresividad,
trozos de piedra santa en Ayodhya,
sangrienta respuesta directa de Shiu Shena,
hoy, día uno, el papel no es un cubo de desgracias,
simplemente porque no hay papel para recogerlas.

Soy el mudo que quiso ser tenor, u otro cantautor más,
siéntete aludida en lo que deje de explicar,
el tramoyista anda desbordado de trabajo,
el acordeón arranca sus notas más agudas,
te rescato en la frase de las dudas,
no tengo mucho más de lo que alardear.
Es de noche, el destino adquiere forma circular,
la ruina por falta de picardía y exceso de bondad,
Jesús me tuvo que levantar tras decirnos "andad",
y nunca dejé de apoyarme en las paredes,
buscando calles de ventanales con bordes.
Hay demasiadas canciones bonitas en la historia de los acordes,
acompañadme en la torpeza, chirriad,
chica vulnerable, no te encariñes con facilidad,
la inocencia se pudrió, mutó en hostilidad,
la oscuridad de los túneles no ha sido en vano.

Pájaros beben agua estancada en agujeros de tapas de alcantarilla,
ésto ocurre en ciudades sucias, mientras nos pisamos los zapatos,
los hijos del sol describen cielos rojizos como piedras volcánicas,
el muelle que da al río dormido se ve iluminado por duendes,
como bucólicos siameses que luchan en reposo y contemplación.
Caen las robustas cuerdas de la discreta embarcación,
atónitos acólitos observan la verdad partir,
poco me importa a mí, sentado en un banco de hierba,
no la discernía de los sueños, y no lo quiero conseguir.
Bailo el fandango de la ilusión,
invito a la reflexión al hacedor de edictos,
los datos estrictos ganan contenido con la imprecisión,
y no puedo explicarlo de un modo más claro,
comprensible si sabes qué es querer tanto, aunque lo sepas sin mí.