AMOR IMPUNTUAL

(abril 2018)

Lo que veo y escucho, quiero mostrártelo;
lo que leo, quiero enseñártelo;
lo que siento, no temo expresártelo
en un poema enmascarado.

Contra más te conozco,
más me maravillo,
y, sobretodo, tiemblo,
porque nunca te daré por garantizada.

Me basta con observar el mundo como parece ser,
y decirte cómo lo veo, y explicarme cómo lo ves,
hago planes únicamente para disimular tu ausencia,
ya que eres mi afición favorita,
eres mi afición definitiva,
suerte que las minucias te humanizan,
amor impuntual.

Ya lo sabes, eso sí lo sabes,
soy un ferviente opositor a que lo sepas todo en la vida,
vendo trasteros reservados a la erudición,
compro la parcela entera de tus manos,
me hablas de maquillarte,
y solo puedo pensar que echaría de menos tus granos.

Tu ropa mezclada con la mía
es como el eco de tus piernas cruzadas con las mías,
los cabellos kilométricos perdidos, vestigios de mi felicidad,
la única libertad de la que disponemos
es la de los sentimientos,
me entrego sin reservas a este amor impuntual,
amor involuntario,
amor inconformista,
amor vociferado.

FROM A TO A

(abril 2018)

From A to A:
desde que mi lengua ha incorporado tu sabor
mis sentidos restantes crepitan, consumidos,
no sé lo que veo, no sé lo que escucho,
solo levantaría la cabeza para encontrar tus labios,
siento que a mi cuerpo le acecha el colapso,
delirios que me provoca el déficit de tu sabor,
la gasolina más dulce y adictiva.

From A to A:
¿somos masocas?
nos atamos una correa que no nos permite alcanzarnos del todo,
compartimos una gloria que se dispersa infernalmente cuando nos alejamos,
no canalizamos el deseo por la nariz,
avanzamos con esmero evitando un ”te quiero”
tenemos ganas el uno del otro,
tememos que las ganas puedan con nosotros.

From A to A:
he arrinconado mi cama individual,
me estoy adaptando a dormir estirado en la pared,
dejando el espacio que ocuparás tú;
así se aliviará este dolor de huevos,
y después, si las pesadillas te producen espasmos,
podré susurrarte al oído:
”monstruos, aquí estoy”.

From A to A:
el amor nos lo hemos inventado tú y yo,
el amor está escrito de nuestro puño y letra,
conocemos los límites del amor, y cuándo acontece,
cómo se cuida, dónde le escuece,
que, al no tener leyes, no se aborrece,
porque al amor jugamos;
el amor nos apetece.

MARZO

(10 de abril del 2018)

Marzo,
¿marzo lo trajo febrero bajo el brazo
o lo llevabas escondido en tu regazo?
Como sea, ha obrado el milagro en los poros de un friolero
que ante el viento se ha carcajeado.

He olvidado qué es un descalabro,
lo llevo marcado pero no palpitará,
otro latido más osado
me hace de escudo y me inmunizará.

Me entregaré a la ceguera,
pues me permitirá palparte el rostro;
me entregaré a las nubes
si el chubasco te tiene a tiro;
me entregaré al trayecto
cuando encuentre el camino.

Marzo,
marzo de cuarzo dorado en mi corazón,
martes, jueves y viernes,
horas que doy botes sentado,
que observo de reojo, chiflado,
que se escurren entre mis dedos.

Cuando no estás, “Cuando no estás” está
los miércoles inoportunos,
los fines de semana zozobrosos,
los lunes noqueados,
y en mi mente a diario.

En la liviandad impostada,
en los jeroglíficos de la gestualidad,
abril me está deslumbrando con luz o con fuego,
pero solo la muerte destruirá marzo.

FULMINANTE

(marzo – abril 2018)

Por ti, escribo el texto de un amor que funciona,
no de otro que se autolesiona;
vuelvo a vestir de amarillo
tras ser viudo de mis frustraciones,
noto un confort tibio en la misma cama
que hace poco era el horno de mis demonios,
hiperventilo raciocinio
para no vomitarte entrega,
la gente dice que me ve más delgado
y eso sí sigue sonando a demacrado,
pero ríase la gente,
me siento casi valiente,
me siento casi valiente gracias a este sentimiento rotundo,
el sentimiento con peor prensa del mundo
que me atraviesa, fulminante.

Visité el pueblo en el que creciste,
donde tu historia es su monumento;
en la panadería vi tu sonrisa,
en algunos balcones vi tus lágrimas,
en el banco de las afueras vi tus dudas,
y en la plaza mayor tu pudor y tus ilusiones.

Después, volví a refugiarme en mis obsesiones,
aunque sepa que el cine no plasma el encanto de tus reacciones,
que la música no me abraza como tu voz,
pero protegen mi corazón con algodones.

No, es el texto de un amor que funciona, no claudico,
están sobrevaloradas mis razones,
¿están sobrevaloradas tus razones?
la memoria del dolor
y su gula de emociones.