miércoles, 22 de abril de 2015

EN ESAS ESTAMOS

(febrero 2006)

La estabilidad anda algo torcida,
me encontré al amor de mi vida
y sólo le miré el culo,

tengo un amigo
que antes vivía en un zulo,
y ahora en un palacio
en el centro de comando,
tiene a sus enemigos
en su mismo edificio,
incapaces de entender
una vida de vicio,
de acabar hablando solo
con Cosme en el servicio

quizás un día os explique
cómo acabamos,
pero ahora hay que vivirlo,
y en esas estamos.

Ando con una funda sin papeles,
me dormí en los laureles,
y en la cocina
mi angustia se inclina
como un coche al borde del precipicio,
ve venir el siniestro total,
y es irremediable,
no es un momento agradable,
no es la situación que soñamos,
pero me toca afrontarla,
y en esas estamos.

Vive rápido,
y deja un cadáver horroroso,
golpeado, alcohólico,
y baboso,
estoy borracho,
pero no lo suficiente para no saber a quién beso,
así que relájate,
tranquilízate, sí,
acaríciame así,
juntemos las manos
aunque los dos sepamos
que estamos pero no estamos.

Ya no estoy deprimido,
sólo estoy asustado,
ya no almaceno muertos en el tejado,
sólo bailan los demonios
al ritmo del diablo.
Me aplastaron el corazón
contra los huesos,
y en el cuerpo
quedó un charco de sangre
y una gran infección.

Quizá robe un trozo de sol,
y fabrique anillos de fuego
que destierren la niebla
que me mantiene ciego,
quizá venga de mis entrañas,
y no tenga que arrancar párpados y pestañas,
no lo sé,
pero en esas estamos.

domingo, 19 de abril de 2015

EL HOMBRE INVISIBLE

El mono,
el tranquilo,
el considerado,
pero el hombre invisible.

El melómano,
el cinéfilo,
el obsesivo,
pero el hombre invisible.

El cumplidor,
el infatigable,
el comprometido,
pero el hombre invisible.

El redactor,
el camarero,
el bibliotecario,
pero el hombre invisible.

El icono,
el entrañable,
el descarriado,
pero el hombre invisible.

El borracho,
el abstemio,
el agarrado,
pero el hombre invisible.

El estúpido,
el asocial,
el antipático,
pero el hombre invisible.

El chico,
el señor,
el extraño,
pero el hombre invisible.

martes, 14 de abril de 2015

FESTÍN DE MIGAJAS

Me quedan nueve citas contigo,
incluidas las que no vendré,
incluidas las que faltarás,

un puñado de encuentros que me creeré
en cada parpadeo de la realidad,
olvidando que no tengo nada con que conquistarte
porque estás por encima de mis vanidades,
colmadas tus necesidades,
no hay rendija para mis anhelos,

cuidaré de ti,
y te alejarás más,
pero es que, si no lo hiciera,
ni te podría observar,
y así, por lo menos, chispeas sobre mis poros,
un festín de migajas que seguirán alimentando
la imagen de ti que me he creado.

Tras estas nueve citas contigo,
el consuelo estúpido habrá agotado todas sus muecas,
me atraparán tus restos de gasoil
mientras navegas a millas de distancia,
rezaré: “la verdad sea dicha,
satisfacción cabal y perspectiva”
,
olvidaré tu nombre,
y no sentiré alivio,
mi naturaleza seguirá apartándome del amor compasivo
o autocompasivo,

regresaré a la rehabilitación del vacío
con paso en falso y decidido,
esperaré a que el fantasma de la juventud
me seduzca de nuevo en otro sueño cariñoso y casi húmedo,
y bendeciré al lamento que me siga despertando de la indolencia
por evitar otro parto múltiple de poemas muertos.