“(Estás demasiado a oscuras)”,
pensaste, luz, alejándote,
mientras yo descubría las sombras
intentando alcanzar con mi mano tu penumbra,
a corazón abierto,
pero en tumba cubierta.
¿Por qué no tiene nada de celestial este amor
si no dejo de ver las estrellas?
¿llevo clavadas las últimas dudas
o las primeras esperanzas?
las preguntas incorrectas
obtienen respuestas demasiado acertadas.
Aún lejos de que el sentimiento quede tan adormecido que no interfiera en mi vida,
'bochorno' no es sólo una sensación térmica,
'drama king', quizás,
pero honesto.
La culpa es tuya
por ser guapa, simpática, interesante, y curiosa,
me palpé el pecho izquierdo,
y lo que creía inercia era entonces reacción.
Mi cuerpo enferma sin tus vitaminas
de gripe cardiovascular,
de infarto emocional,
metería el hocico entre tu melena cuando ocultas el rostro con ella,
no te trataré ni como a un trasto ni como a una joya, víscera mía,
quiero ser el monstruo de feria de tus fantasías sexuales,
un colchón empapado sobre el que bailar.
En ti, concentrada, la poesía del resto de mujeres,
los versos más puros y precisos son obra de mi lacrimal
que hace espacio a más dolor derivado de esta entrega incondicional,
de este amor sin vergüenza y sinvergüenza
que te hace sentir mal.
