viernes, 20 de septiembre de 2019

UNA HISTORIA DE PACIENCIA

(2006)

Me planté ante mi gloria,
me arranqué el corazón,
crucé los brazos,
lo escondí entre mis manos,
la observé de esa forma,
ella me miró de cualquier manera,
pero con cierto cariño,
se cayó el corazón, lo pisé sin querer,
luego volví a ponerlo en su sitio,
y ella tendió su brazo.

Me planté ante mi gloria,
me arranqué el corazón,
crucé los brazos,
lo escondí entre mis manos,
la observé de esa forma,
ella me miró de cualquier manera,
pero con cierto cariño,
se cayó el corazón, lo pisé sin querer,
luego volví a ponerlo en su sitio,
y ella tendió su brazo.

Y me planté ante mi gloria,
me arranqué el corazón,
crucé los brazos,
lo escondí entre mis manos,
la observé de esa forma,
ella me miró de cualquier manera,
pero con cierto cariño,
se cayó el corazón, lo pisé sin querer,
luego volví a ponerlo en su sitio,
y ella tendió el brazo.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

POROS COMO GARGANTAS

(2008-2009)

“Si eres gay, eres un desperdicio”,
a mí, que estaba más que convencido;
“Silence is sexy” cantaban nuestros héroes,
lo primero que me animó fue cuando cruzabas las piernas y sujetabas con la punta de los dedos tus zapatillas,]
ahora que lo sabes, por lo que más quieras, no dejes de hacerlo,
pequeños fetichismos resguardan la llave de la atracción.

Por eso, el próximo verano déjate el biquini puesto,
a veces no te miro e imagino tu cuerpo así,
si encuentras de mal gusto el comentario, es fácil:
reléete la letra y sáltate ésto,
porque, al fin y al cabo, tienes las gracias de tu parte,
tienes al jurado de mi atención untado, guardan el diez para tu actuación,
observo plácidamente el techo cuando noto tus manos rondar sobre mis piernas,
sé que estaré un buen rato echado hacia atrás y con los brazos apartados cuando discutes por encima mío con alguien porqué no te das por vencida,]
pero ya está bien así.

“Sí, así se habla, es la actitud deseada”,
después de tanto tiempo, volví a conceder,
“la suerte nos sonríe, y si nos da la espalda, podremos reírnos de ella sin que se entere”
“sí, el vaso se llenará a base de escupir”.
Vestías toda de negro, pero no como esas góticas,
tus labios eran finos, tus dientes vivían encarcelados,
tras tus ojos vi sirenas, y supe a dónde ir.

No hace falta que jures que tú también serás de las nubes,
el cuerpo es prestado en la tierra, y tarde o temprano, todo es silencio,
la espera, no obstante, les resulta insufrible, y lo hacen notar,
ellas, envidiosas, envían lluvia para empapar mis gafas,
tan ansiosas, deseando verte llegar,
diles que tendrán que aguardar un poco más,
que aún les queda mucho mar por saquear,
que antes yo me tendré que desintegrar.

No sé si alguna vez llegué a estar tan desnudo y desprotegido ante un sentimiento,
quizá con la fractura, ese dolor que me paralizó de cuerpo entero
y que, al marcharse, solo dejó mareo,
pero en esto no hay dolor, aunque solo acierto a sonreír,
no hay mareo, aunque me cuesta mantener la razón.

Puñados de confesiones me presentan como a un traicionero sol de invierno,
ya sabes, te cosquilleo en casa, dejo que te hieles en el exterior,
no me arrepiento ni me avergüenzo de nada,
es una sentencia tan fea como cualquier otra verdad.
Día tras día, hago menos promesas, dar la palabra adquiere su verdadero peso,
la mayoría de las veces nos comprometemos en cosas que solo con el tiempo sabemos si somos capaces de realizar,
solo lo básico se asume con convicción, el resto es pura moralidad.

Hambriento de un presente de formas curvilíneas y desiguales,
voraz de algo veraz, ando dispuesto a devorarte,
dejes azúcar en las encías o lágrimas bajo el paladar.
Es magnífico toparse con algo cuando no buscas nada,
como pepitas de oro halladas pescando carpas en el río,
así que: “Pau, demana el cava, que això s'ha de celebrar!”
y “Jaume, hi ha més birra? Que això s'ha de celebrar!”
y “avi, treu el vi, que això s'ha de celebrar!”,
y al día siguiente, nada cambia,
todo sobre ti se me ocurrió cuando estaba sobrio,
te presentaste, y el cerebro empezó a dar volteretas,
mi moneda de la suerte, lo que empeore no lo veré, inmutado.

Si he de trabajármelo duro, me ganaré hasta mi última miga de pan,
si puedo descansar, ven a echarte, y estemos un rato más;
hay huellas que se borran con facilidad,
tú pisaste cemento recién esparcido,
adorarte requiere tanta ingeniería como parpadear,
solo aparta las uñas de tu boca, y no tendré nada que pedir.

Es el efecto de tener poros como gargantas,
me falta espacio donde poder escribir,
ya maldigo haber gastado dos líneas en justificar todo esto,
maldigo una tercera y una cuarta en maldecir;
y estos poros como garganta me permiten engullir,
pero engullir es un exceso, y todo termina por salir.

Cuando escribía pensando en ti, te intuía,
eres una forma de ser que andaba huérfana de carne y hueso,
ahora que se te puede admirar, activas y haces circular lo que brota de estos poros,
poros ambiciosos, hiperactivos, indomables,
no pienso apuntar hacia otra dirección, nada quiero desperdiciar,
poros que lo expulsan todo a la superfície,
mece la tranquilidad cada sensación que desemboca,
poros demasiado grandes cuando hay algo que aparentar,
pero que hace tiempo resultan sensacionalmente liberadores.

Si esto fuera 1998, esta letra estaría troceada en notitas,
las guardarías en un bolsillo y las enrollarías en tus dedos, camino a casa,
tu cajón secreto sería una selva de papel,
y madrugarías impaciente, sin darte cuenta del sueño, pensando en otro mensaje más;
esto es tiempo más tarde, las manos no escriben,
me erizo ante el sonido de la ropa frotando con tu piel,
nunca me dió por hablar, y pasará de nuevo,
pan mojado en la yema del huevo,
esta es otra lucha, pero también hay que desenvainar,
hundir el arma hasta donde logre alcanzar,
y, seguro, tras la guerra, alguien no sobrevivirá.

Como una esfinge de acero convertida en arcilla,
desprovista de tu filosofía; patología: hipocondría emocional,
no me importa que estés inquieta por no ver normal tanto tiempo sin que algo vaya mal,
tu piensas demasiado, y yo sigo aquí.

No dejes de sonrojarte todavía,
aún tengo mucho que decir sobre ti,
esto te pasa por contarle a tus amigas que tu chico escribe poesía,
jódete, con cariño;
sabes que nunca seré desagradable contigo,
solo que ahora hablo en alto, y coincide con que escuchas.

Ayer, mientras volvías del trabajo, me quedé a solas con Susanna,
tu hermana me explicó lo de su novio y el motel,
de cómo se quedaron dormidos en lugar de vestirse, y el amo vino a aporrear la puerta de la habitación,]
luego, lo comentaron por la calle, avergonzados y sorprendidos,
y rieron, rieron, rieron,
rieron, rieron y rieron más.
También quiso saber qué es lo que me engancha de ti,
yo, para abreviar: “que tiene una belleza elegante, no explosiva,
de las que el tiempo nunca logra estropear”
.

Me alegra saber que la estampa no la dibujé,
tú, yo, las leónidas y sin viento, además,
un lago que esconde cuerpos escamados,
estaba tan bien afeitado que preferías acariciarme a besarme.
De vuelta, la agotada noche de verano nos acompaña a la estación,
miramos a los guapos y a las guapas que se cruzan con nosotros porque es agradable,
relacionamos las conversaciones de la gente que habla por el móvil en un mismo lugar,
sabemos que no debemos ofuscarnos con nada, nos podemos encontrar de todo.

Estando ciego ante ti, distingo ciertas sombras alrededor,
veo a la violencia innata de las personas reinar,
tipos que disfrutan de que otros coman de su mano,
las ciudades con muros restan oscurecidas,
la vida te deja los dedos marcados en la mejilla,
los pájaros no cantan, o, por lo menos, no quiero ser tan duro con los vecinos,
y el mundo sigue siendo bien feo, pero eso ya es de nacimiento.

sábado, 14 de septiembre de 2019

AMANECER DE UN MAL AMANTE

(marzo 2009)

Marcia no tiene ropa para la lluvia,
se viste dos veces al día,
cuelga una manga de la cesta,
deja una estela mojada.
Meo fuerte, y el chorro da en la tapa,
no está bien, pero es peor parar,
termino, y me proveo de papel higiénico,
logro limpiar todo el estropicio.
La habitación, como sacada del bolsillo,
siempre tarda en vaciarse tras ser abandonada,
los surcos de la persiana bajada dejan entrever la fortuna del mundo,
mis bambas pisoteadas junto a las patas de la cama,
y me visto tras recoger los calzoncillos hechos un ovillo,
la ropa se adhiere a la piel por el sudor reseco,
su olor es penetrante y concentrado.

Marcia es otra en silencio,
¿cuántas de ellas habrá?
recién levantada su pelo se enmaraña más,
come tostadas, hojeando un diario de anteayer,
“nada nuevo”, dice que dice cuando me intereso,
luego me pregunta si ahora iré a recoger las camisetas,
respondo que sí, pero ya le había dicho que iba a pasarme por la tarde,
me ofrece desayunos y los rehúso con naturalidad,
sigue con el diario y la tostada por la mitad,
me fijo de nuevo en sus tetas, porque no se las volveré a ver,
está claro, para qué otras señas,
anoche no le explotaron las venas pequeñas,
así que me despido, y pido por mi paraguas,
se levanta y me lo trae, se para en la ventana, mientras me pongo la chaqueta,
y dice, mirando al cielo: “no se cansa de llover”.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

FLOR A LAS PUERTAS DE UN INVIERNO

(2008-2009)

Qué ha ocurrido contigo?
ahora eres de las que no se acercan a los hombres cuando están con alguien;
qué temes descubrir?
qué temes desear?
por qué antes vivías y ahora intentas existir?

Hablar de las cosas que van mal es desagradable,
es desagradable no poderlas negar;
solo me interesa lo que no funciona,
sea el mundo, las leyes o nosotros dos,
pero no me creo que te resulte violento lo que surge cuando conversamos,
pues si hablamos sobre entrañas, deduzco la conversación es entrañable,
y tú siempre te quejabas de que un conversador fuera banal.

Esperando noticias tuyas como la sangre en un cadáver caliente,
mis sentimientos agitados se están volviendo a encauzar
en una decepción que recoge el dolor de lo que ya no ilusiona;
antes, vas a tener que pararme los pies,
siempre me costó reaccionar y ahora mi ritmo es inaceptable,
no hay maneras de descifrar al amor,
ser cazado por su alquimia es monstruoso.

Entonces, es verdad, no? Qué frío hace!
con lo poco que me gusta y cómo me sé desenvolver,
como nacido ayer como agua congelada,
y a eso juego, a que pase otra temporada,
el dolor se respira,
reprimirse es otra forma de sufrir.

Siento que eres motivo suficiente para renunciar a ciertas cosas,
para encontrar bizarramente interesantes los residuos de tus sueños,
creo que tus morros se deben entumecer tras el tercer beso,
y quiero que me admires, no sea cierto que no te gusto,
así siempre te puedes precipitar.

Y decides especular, tienes un colchón de afectividad,
yo echo el resto sin ambiciones recíprocas,
dejarte querer hasta verme desistir,
es algo que te permite el convencimiento de que controlas la situación,
y es así desde que me entregué.

Lo más estúpido de este romance unidireccional
es que las carreteras siempre se pierden hacia dos sentidos,
y todo el sentido estaba en la anterior salida;
es normal que todo parezca más claro al perder la perspectiva de las cosas,
el suelo queda más cerca que el horizonte.
No obstante, yo sigo plantándote cara,
ahora tendrías que pincharme, no sacudirme,
pero tú quieres hacerme pagar mi sinceridad,
cuando yo solo digo que a mí no me pasa.

Cobarde, mira que eres cobarde,
suena a hablar por hablar, pero es la realidad,
si no lo haces, lo lamentarás,
lo verás justo antes de morir;
y si no, es que ya moriste, y solo dejas de existir.
Lo peor de todo es que yo ni tan solo te diría que sí,
soy aún más cobarde que tú,
así que estamos juntos por la dinámica de la idiotez,
yo, seguro, más idiota que tú,
pero dos idiotas, al fin y al cabo,
idiotas inseguros e indecisos.

Va a terminar el invierno que estás logrando superar,
y he de soltar este lápiz si quiero podar,
pero, si tengo que escoger, sé de quién me puedo fíar:
las palabras se quedan, y tú te vas.

lunes, 9 de septiembre de 2019

HISTORIA DE UN BLOQUEO

(2008-2009)

No te dejes cortar las alas, ángel,
curioséame sin entregar nada a cambio,
esto es lo que hay, no te quiero engañar,
no te trataré bien porque no pretendo hacerlo mejor,
gruño para que te quede claro el peligro de exponerse,
otras ya usaron su picardía
y mis golpes dejaron señal.

Cruje el bello envoltorio de cualquier caramelo,
pareces valorada, tan referenciada en elaboradas letras,
pero solo es fachada, la humedad se adueña del interior;
hay alfombras deslavazadas y camas calientes,
habitantes con síndrome de Diógenes reforzando los pestillos con fijadores.

Cual órgano rechazado en un cuerpo diezmado,
juntos sería mucho mejor, pero solo funciono por separado;
la incapacidad de querer lleva a un colapso demencial.

No, ángel, no te dejes desplumar,
nadie sabe lo que te conviene, vigila mucho con quien vas,
es un engorro no entenderte del todo,
sé que me pierdo lo mejor,
pero no pienso engañarme ni quiero que te sometas.

Oye, están muriendo hombres,
a estas horas nadie pasea,
te lo cuento aunque sepa que dejaste la ciudad,
no hago daño a nadie si improviso tu compañía,
ya lo hacía cuando podía tenerla.

Será por los meses que nos observamos,
por eso las prisas estuvieron a punto de vencernos,
el temor tuvo esta vez verbo más ágil que la debilidad,
y solo sé de buena fe que yo me di cuenta.

Duermen mendigos en el cubierto de piedra de la explanada,
antes fue el blindado de una batería, y, seguro, un sanedrín;
hay platos por recoger en los balcones de la colina,
hay sillas, escobas y resplandor,
una sala de estar con las ventanas empañadas por las calderas del hospital,
matrículas de hojalata dobladas, pero sin destornillar.
La metrópolis batalló con la tormenta y está exhausta,
aceras doradas sobre los charcos de los desniveles,
el frío hurga en los deslices de mi ropa,
la mucosidad de la garganta engaña a mis amígdalas, absorbo sin absorber,
y un colchón de hojas secas disimula las marcas del tóxico que ahuyenta a las ratas.

Cada dios loado es un retrato del destino,
aquel que unos repudiamos y otros confían cambiar,
y que, en el fondo, es como un adolescente sin perspectiva atrapado por la melancolía,
esperando a la Historia y encontrando la historia que surge esperándola.

La variedad, efecto de un corazón curioso,
solo especiales cuando le dicen que sí;
no es menos verdad lo que observas si no lo compruebas,
y hay mucha cosa de muchas cosas,
aunque el cuento es el de siempre,
inmerso en mi guerra civil, no estoy a punto para una mundial:
el resultado sería del todo devastador.

He conocido un sexo que me daba de lado,
pero dicen que todo suele terminar en un festín de risas;
debí perder ciertas facultades en una indescifrable anomalía natal,
no me gusta demasiada gente, y la que me gusta no me gusta demasiadas veces.

Solo aspiro a seguir cuidando de la atención, de la palabra y de la austeridad,
y, cuando haya amor, no tardarán en formarse los anticuerpos,
este cáncer ya no me coge desprevenido.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

TODO EL MUNDO QUIERE SENTIR POSIBILIDADES

(noviembre 2017-septiembre 2019)

Hay gente que está harta de insinuaciones,
hay gente que está harta de amistades,
hay parejas,
hay dispares,
que más quisiera yo
que los corazones fueran progresistas
con los pelos y señales.

Así que si incluso al más inocente
le acompaña su mirada,
si palabras a pecho descubierto
se pasan sentimientos de frenada,
si te dedican una sonrisa sincera
que se torna viscosa por indeseada,
no digas "lo siento", no te enfades,
pues todo el mundo quiere sentir posibilidades.

Encañonado por la belleza,
ejecutado por la atención,
cuando uno ya está seducido
no sabe cuándo le están seduciendo
y cuándo es fantasía propia.

Cada vez que me dicen "yo no"
no me estoy precipitando,
estoy dejando de agonizar;
con los años, dejas de aspirar a ser emocionalmente intachable
y reconoces la necesidad de ser imperfectamente honesto.

Te observo en el tren, de espaldas a la playa, como a una fortuna;
ya que no puedo ver el mar, miro las dunas
con un disimulo responsable,
una distancia innegociable
sobre ese vigor insondable.

viernes, 23 de agosto de 2019

LOS DELINCUENTES DEL ODIO

(marzo 2018-agosto 2019)

Sabes qué es lo que se cuece sobre lo que se cuece?
que te lo vas a tragar.
Intravenosa, sin dolor,
o masticable como el hedor
de la gente que también dice que no pero sus actos demuestran que piensan
que el futuro es esperanzador.

Antes, todo esto de aquí ya era feudo,
no hay fútbol que monopolice
el oprobio del pueblo,
corazones que escupen pólvora,
llenos de un desprecio que bombea con espasmos de resentimiento,
llegará el momento en que nos convertirán en delincuentes del odio,
terroristas de las vibraciones.
La vida no es justa
porque es demasiado poderosa.

Ni europeos ni africanos,
aguas internacionales con lo peor de cada orilla;
bajo los adoquines,
las cloacas de todos los Estados;
la erótica del poder es que hacen lo que hacen,
sale a la opinión pública,
y no repercute en las elecciones.

También para los jóvenes cualquier tiempo pasado fue mejor
porque les gusta más el mundo que les venden sus abuelas que el de sus madres,
en una sociedad tal
el suicidio es muerte por causa natural,
el último chiste
será saltar por los aires y que lo llamen volar,
así que entre texto triste y texto triste
invítame a bailar.

martes, 20 de agosto de 2019

HAIKU-KIRI

(diciembre 2018)

Si estás triste, yo estoy triste;
si estás contenta, yo estoy menos triste.