jueves, 30 de agosto de 2012

RODRIGO POSSEBOM

Y si soy mediocre?
y las intenciones se quedan a medio plasmar,
y las ideas dejan de ser brillantes cuando se acaba el oxígeno,
y el uso que hago de las palabras sólo las lima,
y los textos no empeoran leídos del revés.

Bueno, ¿y qué?
pues ¿no es suficiente motivación expresarse?
tumbar al conflicto con palabras antes de que te haga añicos,
emborracharse de ocurrencias locas con botones reconocibles,
¿acaso escribes para las sirenas?
disparando flechas a ciegas en el desierto,
y, después de todo, puede haber seda bajo la roña,
luz inclemente que no pierde juicio ni tacto,
encontrando el destino adecuado con precisión y belleza,
como Rodrigo Possebom, pero con fortuna.

Quizá sea correcto
...
si es así, mejor seguir leyendo,
nada de escarbar en la arena para conformarse con las colillas
ni no querer molestar a nadie,
como recomendaban en el taller:
"trajes de encargo a medida
a los que sienta bien la vida;
y a las personas de tristeza feroz
llevar del hombro un albornoz"
.

Así que sentiré la justicia de las hormigas sobre la cigarra,
y seguiré acarreando esta estúpida actitud altiva y distante que vendo como timidez,
esperando alabanzas, entusiasmadas o no, que sólo me harán mal,
yo soy de los que se lo creen,
sentimiento imprudente.

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