domingo, 10 de agosto de 2014

VIVE EL TIEMPO QUE TE APETEZCA

(abril-mayo 2009)

No me pierdo de vista frente al espejo,
me enfundo unos tejanos de adolescencia, y me van grandes,
(jodéos todas)
piso la calle y empiezo a disfrutar,
salgo a esconderme y a mostrarme,
a dejarme conquistar por la ciudad,
a no olvidar su atractivo metálico y glacial.

Rondo solo por los locales,
me camuflo entre grupos de amigos,
las cosas siguen igual,
a esperarse hasta las cinco, o a conocer a una mujer,
los otros no importa sino cuando son parte de nosotros
o estaría bien que lo fueran,
corred, corred, hacía el foso tras la meta,
la vida es una misa con flatulencias.

Ya vuelve a berrear para no pensar en los lunes de cada semana,
la gente que se pone pesadísima cuando se droga no tendría que drogarse,
(o drogarse en su puta casa)
poetas de mierda que os escudáis en la rima,
basura constreñida que no me dice nada,
lo peor de los concursos culturales no es perder,
es que los que son mejores que tú tampoco ganen

pero lo único que importa es sudar,
bailando con el estómago tan vacío que noto las pulsaciones,
algunas miradas topan y saltan por los aires,
rechinan los barriles al rozarlos un abridor que cuelga,
las luces rebotan por las paredes,
el cuerpo neutraliza al desmayo
porque nota la madrugada inquieta,
llega la hora de las sonrisas ligeras.

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