miércoles, 12 de septiembre de 2012

LOS MANDADOS

Hay que matar a los mandados,
son el cáncer de la existencia,
poco importa el sentido común
si les han ordenado lo contrario,
dicen que ellos no han hecho la ley,
y acatan sus contradicciones sin titubear.

Es sabido que ser violento es equivocarse,
pero yo creo que no es verdad;
si así evito que hagan más daño a otros,
es mi contribución a la sociedad,
y que me desaprueben aquellos en los cuales no repercute su actitud.

Cierran los ojos a cualquier justificación,
yo se los cerraría eternamente,
la venganza empieza por lo fácil, y va subiendo,
que cuelgue frío el mensajero.

Aférrate a tu trabajo de hiena,
y pronto te abrirán la cabeza,
¿cómo te atreviste a tener hijos
sabiendo que podían salir a ti?

Indigno, no indignado,
camorrista de la indolencia,
suicídate como prefieras,
deja una nota que ponga: "un trasto menos",

o dispárate de pie, encima de la mesa,
para después caer al suelo y poder tener un traumatismo craneal,
tu supervivencia es bochornosa para la justicia poética,
así que, vivan los intoxicados y las víctimas del tráfico,
viva la muerte de civiles por el teXXoXismo,
si eran mandados.

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